No matan por impulso ni por accidente. Los asesinos seriales planifican, seleccionan y ejecutan siguiendo un patrón. El reciente caso que conmociona a Jujuy y a todo el país, donde se investiga a Matías Jurado por la muerte de varias personas vulnerables, puso bajo la lupa sobre el comportamiento de estos criminales. En diálogo con LA GACETA, un psicólogo explicó cómo piensan, por qué cometen estos crímenes y cómo su forma de actuar revela una personalidad marcada por la manipulación y la ausencia total de empatía y del sentimiento de culpa.

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“Los asesinos seriales son aquellas personas que desarrollan ciertas habilidades interpersonales que generan una cierta seducción”, los definió Roberto Marchetti. El especialista señaló que, a diferencia de quienes matan para ocultar pruebas o por un impulso de ira, los asesinos seriales tienen una característica particular: planifican, eligen a sus víctimas y desarrollan estrategias para acercarse a ellas. “Son personas que muchas veces se muestran amables, incluso retraídas, y utilizan falsos gestos de empatía para ganarse la confianza de sus víctimas”.

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Para ganarse su confianza, los homicidas buscan entablar un vínculo estable con ellas y una vez que lo consiguen las manipulan hasta que los asesinos pueden lograr su cometido. “Estas personas no sienten culpa porque estamos hablando de una crueldad, lo cual es un acto de deshumanización, donde no tienen empatía por los demás porque no registran al otro. Esto les da un sentido de poder y grandiosidad, porque consideran que la vida de la víctima depende de ellos”, afirmó el psicólogo. Marchetti los describió como individuos con una gran carencia emocional, incapaces de amar y de desarrollar sentimientos genuinos por otras personas.

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Según informó, hay estudios que afirman que el 94% de los asesinos con este perfil son hombres que van entre los 15 y los 50 años. “El ser humano tiene una barrera moral impuesta por la sociedad, impuesta por la misma crianza que nos lleva a ponernos nuestros propios límites. Estas personas no tienen esas barreras y eso es el resultado del mal manejo de la frustración que va activando esa tendencia agresiva que a veces está motivada por la envidia o porque a veces ven como amenaza a las víctimas. Todos los asesinos seriales siempre tienden a elegir un determinado grupo de víctimas”.

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Otro rasgo común es la gratificación que sienten durante el crimen. “Esa crueldad activa el lado narcisista y psicópata del agresor, generando una sensación de adrenalina. Con cada asesinato, tienden a repetir la misma modalidad, perdiendo creatividad en sus métodos, lo que facilita que sean identificados por los investigadores”, indicó el profesional.